(EFE).- El Gobierno chileno oficializó hoy la entrada en vigor de la inscripción automática y el voto voluntario, que permite incorporar a 4,5 millones de chilenos al padrón electoral, y que se perfila como la antesala para la aprobación de reformas que actualicen la salud democrática del país.

"Esta reforma es un gigantesco paso adelante, pero no significa que con ella se agoten los perfeccionamientos a nuestra democracia, eso es una tarea permanente que vamos a tener que enfrentar con visión, con unidad, con reflexión", declaró el presidente, Sebastián Piñera, al promulgar esta ley en el Palacio de la Moneda.

Hasta ahora, los ciudadanos chilenos mayores de edad debían inscribirse para votar y sufragar de forma obligatoria, a menos que presentaran un justificante ante las autoridades, lo que había alejado a los jóvenes de las urnas y envejecido el padrón electoral.

Según explicó Piñera, con la nueva ley "el padrón crece en un 55 %, pero el de los jóvenes menores de 29 años lo hace en un 332 %".

"Quiero hacer un llamado a nuestra juventud, que ha estado distante y alejada de la política, que no expresa su voz a través del voto libre, soberano e informado: los invito a incorporarse en plenitud a nuestra democracia", declamó el mandatario.

Además de instaurar la inscripción automática y el voto voluntario, esta ley también establecerá mesas de votación mixtas, hasta ahora hombres y mujeres votaban por separado, y permitirá la inscripción en el padrón de los chilenos que viven al extranjero, quienes, sin embargo, sólo podrán votar en Chile.

La ley, que fue aprobada por el Congreso el pasado 20 de diciembre y revisada por el Tribunal Constitucional, deberá ser publicada en el Diario Oficial a más tardar el 1 de febrero y se aplicará por primera vez en los comicios municipales de octubre.

Esta reforma estuvo también en la agenda de la mandataria socialista Michelle Bachelet (2006-2010), pero en ese periodo no superó la tramitación parlamentaria.

Según explicó hoy el secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet, en un encuentro con corresponsales, con esta ley el país se adapta a un sistema presente "en el 60 %" de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), a la que Chile pertenece desde 2010.

Pero esta no es la única reforma en la agenda legislativa del Gobierno de derechas que preside Sebastián Piñera para mejorar la participación y la transparencia de la democracia chilena, resaltó Larroulet.

Así, en el Congreso se están tramitando varios proyectos de ley que facilitarán la organización de plebiscitos regionales y la celebración de primarias vinculantes y voluntarias en los partidos, además de crear mecanismos que fomenten la transparencia de los partidos políticos.

Sin embargo, la reforma del sistema electoral binominal, que otorga el mismo valor a un 35 % que a un 65 % de los votos, sigue en punto muerto, debido a la negativa del partido ultraderechista Unión Democrática Independiente (UDI) de abrir espacios para un cambio.

"No hay plazos para activar la reforma del binominal", subrayó Larroulet, después de que Renovación Nacional, socio de la UDI, firmara con un partido de la oposición una propuesta de reforma electoral que crispó los ánimos en la coalición gobernante.